Todos vivimos una experiencia deslumbrante del mundo. Los más dichosos se encuentran, en su travesía, con imágenes que iluminan, que clarifican, que alumbran o deslumbran. Tal vez esos afortunados semejantes nuestros, que tan poco se asemejan a los humanos con los que nos tropzamos cada día, descubren también imágenes profundamente sombrías, quizás espeluznantes, u oscuras. Así son las imágenes y así es la vida.
Stéfano Pérez Tonella
El proyecto Arvardan's Trip to Earth (El viaje de Arvardan a la Tierra) surge de un concepto de Stéfano Pérez Tonella. Es notable que este autor rara vez se dedica a la práctica de la Fotografía, una actitud esporádica que, en el contexto actual, se traduce en algo así como una vez cada cinco años.
En cambio, su tiempo se canaliza en la investigación, en impartir clases de Literatura, Narrativa Visual, junto con una plétora de otros empeños personales y profesionales, incluyendo la gestión de una pequeña editorial, de una librería independiente, la escritura de artículos y otros textos.
La idea fundamental es que si uno está encarcelado en la Tierra, le queda poco tiempo para viajar a la Tierra o para conocer a sus semejantes, los terrestres. Así es como nación el «trip».
El nombre del proyecto, "El viaje de Arvardan a la Tierra", de alguna manera desafía la pronunciación y se inspira en el personaje de Isaac Asimov, Bel Arvardan, presentado en Pebble in the Sky. Es insteresante señalar que el papel de Arvardan es, en el contexto del libro, menor, que no es crítico para la historia narrada ni es particularmente memorable.
A partir de ese personaje, que sirve de inspiración, el autor se ve a sí mismo embarcado en un viaje exploratorio a la Tierra, planeta desconocido, cuyos peculiares habitantes aceptan de vez en cuando someterse a la observación a través de una lente muy especial (capaz de detener el tiempo); lente que es privilegio de Filósofos, Fotógrafos y Arqueólogos.
Este empeño toma la forma de un mosaico de proyectos fragmentados y no estructurados (algunos de los cuales presentan no obstante cierto grado de cohesión interna), observaciones y curiosidades.
Estos elementos son dignificados por la curiosidad que dio forma a las visiones. Las imágenes así como las propias reglas del mundo terrestre siguen siendo incomprensibles para el autor, al que le queda pintado el papel -según su propia definición- de observador extraterrestre.Es plausible que, entre las imágenes de este projecto, algunas puedan resonar como alienígenas; otras serán simplemente poco interesantes; las habrá que desafíen cada forma de categorización.
Buena visión,
Arvardan